jueves, 9 de mayo de 2013

EN BUSCA DE KLINGSOR - Jorge Volpi

Cierta vez, un reportero preguntó a Einstein:

- ¿Existe una fórmula para obtener éxito en la vida?

- Sí, la hay.

- ¿Cuál es? -preguntó el reportero, insistente.

- Si A representa al éxtio, diría que la fórmula es A = x + y + z, en donde x es el trabajo e y la suerte -explicó Einstein.

- ¿Y qué sería la z?

Einstein sonrión antes de responder:

- Mantener la boca cerrada.

"Un joven norteamericao, Bacon, estudia Física en el Insituto de Estudios Avanzads de Princeton y allí conoce a Einstein, del que recuerda algunas anécdotas como esta. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se hace espía y viaja a Alemania para encontrar al máximo responsable de las investigaciones atómicas realizadas por los nazis, que se esconde bajo el seudónimo de Klingsor. En sus pesquisas le ayuda un matemático, de nombre Links, que formó parte del equipo de investigacicón nuclear."

¿Por qué estábamos juntos el teniente Bacon y yo [pensaba Links]? ¿Cuándo nos encontramos por primera vez? ¿Cuál era nuestra misión? ¿Cómo se cruzaron, en fin, nuestras vidas paralelas? para responder a estos cuestionamientos no me queda más remedio que hablar un poco de mí.

Ubico mi nacimiento en el mapa de mi imaginación como un pequeño puinto dibujado en el centro de un plano cartesiano. Hacia arriba, en el eje de las y, está todo lo positivo que me ha ocurrido; en contraposición, hacia abajo descubro mis desventuras, mis retrocesos y mis requiebros. A la derecha, en el eje de las x, encuentro los actos que me definen, aquellos que voluntariamente he convertido en el centro de mi vida -deseos, anhelos, obsesiones-, mientras que, a la izquierda, yacen esas porciones de mi ser que me han modelado contra mi voluntad o mi conciencia, esas partes aparentemente impredecibles o espontáneas que, no puedo negarlo, también me ha llevado adonde estoy ahora. ¿Cuál sería el resultado final de un ejercicio como éste? ¿Qué forma aparecería en medio de la hoja? ¿Sería posible trazar las coordenadas que he recorrido a lo largo de mi trayecto? ¿Y obtener, a partir de esa línea, la fórmula que me resuma en cuerpo y alma?


SINOPSIS

Es difícil encontrar hoy en el mundo hispánico a un escritor joven capaz de concebir y ejecutar una obra de tan vasta ambición como En busca de Klingsor, a la vez perfectamente documentada en sus complejos referentes culturales e históricos y perfectamente diseñada en su plan general y en cada detalle en particular. El tema no puede ser ni más amplio ni más trascendente: la relación entre la ciencia y el mal, por una parte; el papel concreto del nazismo, en cuanto encarnación del mal, y su capacidad de seducción sobre regiones oscuras de la personalidad humana, por otra parte.
 
  En buena medida, los personajes y hechos evocados son reales, aunque coexisten en una arquitectura muy sabia, con seres y sucesos de ficción. De lectura a la vez turbadora y cautivadora, enteramente alejada de los patrones usuales de la narrativa hispánica, En busca de Klingsor es un asombroso examen del dilema faustiano que en nuestro siglo, ha encarado a muchos con la atracción del horror.

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